Una formación de Ferrobaires embistió a un tren de la empresa Ugofe que iba en el mismo sentido y estaba parado a 700 metros de la estación. Varios vagones también chocaron entre sí. Se desconocen las causas del accidente. De los heridos, catorce están graves.
Cerca de la estación San Miguel, un tren chocó a otra formación que se encontraba detenida sobre la vía, a la espera de retomar la marcha rumbo a José C. Paz. La locomotora del convoy de Ferrobaires, un servicio de larga distancia que se dirigía a Junín, embistió el furgón del otro tren con tal fuerza que se incrustó en él y, por la violencia del impacto, hizo que los tres últimos vagones quedaran, literalmente, uno arriba del otro. Hasta el cierre de esta edición se habían confirmado cuatro muertos. Fuentes oficiales aseguraron que los heridos fueron alrededor de 80; 14 de ellos se encontraban en grave estado entrada la noche.
El accidente sucedió entre las 19 y las 19.05, cuando todavía había luz de día. Minutos después, sólo quedó “una situación catastrófica, dantesca”, según la describió el intendente de la localidad, quien fue una de las primeras autoridades en llegar al lugar. Poco después de las nueve de la noche, mientras bomberos, efectivos de Defensa Civil, Gendarmería y personal médico continuaban con sus tareas, el gobernador Daniel Scioli recorrió la zona del choque y visitó el Hospital Larcade, adonde había sido llevada la mayoría de los heridos. Poco después, los ministros provinciales de Salud, Alejandro Collia, y Justicia, Ricardo Casal, brindaron una conferencia de prensa desde el hospital junto con su par de Salud de la Nación, Juan Manzur.
Anoche, las causas del choque no habían sido establecidas. El secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, adelantó que “se realizará un peritaje para determinar si se trató de una falla mecánica o de un error humano”, aunque aseguró que “el sistema de señales funcionaba”.
Tras pasar por la estación San Miguel, el tren suburbano de la línea San Martín (Ugofe) que cubría el trayecto desde Retiro hasta Pilar se había detenido sobre las vías. La siguiente parada era José C. Paz, una estación intermedia a la que solamente se podía descender por los vagones más cercanos a la máquina. Por eso, a esa altura del recorrido, los últimos vagones del convoy suelen estar vacíos. Mientras esperaba la señal que lo habilitara a retomar la marcha, por la misma vía avanzaba una formación de Ferrobaires, que también había iniciado su trayecto en Retiro pero tenía por destino la localidad de Junín.
A setecientos metros de la estación San Miguel, cerca del cruce de las vías con la calle Irigoin, el tren que iba a Junín impactó contra el furgón del San Martín. Hubo “un ruido fuerte”, como “una explosión”, describió un testigo a la prensa. Por la violencia del impacto, la máquina del tren en movimiento destrozó casi todo el furgón del tren que estaba detenido. Al menos tres de los vagones quedaron uno arriba del otro.
El choque sucedió a 200 metros del Hospital Larcade, de donde salieron cuatro ambulancias y dos unidades de rescate cuya tarea se complementó, desde entonces y hasta cerca de las diez de la noche, con la de los Bomberos Voluntarios de General Sarmiento-San Miguel. Con el correr de los minutos se fueron sumando integrantes “de Defensa Civil, bomberos de Pilar, de Hurlingham, Moreno, Ituzaingó, Los Polvorines, con ambulancias y equipos de corte para cortar el chaperío de los vagones”, contó a este diario el jefe de los bomberos locales, Oscar Ferrari. Dentro de los vagones trabajaban, para sacar a las víctimas, unos 40 bomberos, 18 de ellos de San Miguel.
Los bomberos ya habían “liberado, con vida, a tres mujeres que estaban atrapadas entre los hierros retorcidos”. Al momento del rescate, una de ellas “estaba inconsciente”. A las diez de la noche, quedaban “otros dos atrapados por lo menos, pero sin vida. Tal vez haya una tercera persona muerta, pero no podemos confirmarlo, porque la zona del furgón está totalmente llena de bicicletas y hay sangre. Creemos que puede haber alguien más, pero no podemos entrar porque están todas las chapas retorcidas. Las tenemos que cortar nosotros mismos, pero estamos esperando a que el fiscal nos lo permita, como suele suceder en los casos en que hay fallecidos”. Ferrari agregó que, desde la distancia en que podía ver, uno de los cuerpos estaba “irreconocible”, y que del otro alcanzaba a ver “el pelo largo”.
Alrededor de las nueve de la noche, el gobernador Daniel Scioli llegó a San Miguel, a bordo de un helicóptero que había despegado de La Plata, en compañía del ministro de Salud provincial, Alejandro Collia. En primera instancia, junto con el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, y el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, recorrieron el lugar del accidente, mientras bomberos y agentes de diferentes fuerzas continuaban con el operativo de rescate. Luego, se trasladó al Hospital Larcade, que había acogido a la mayoría de las víctimas.
Todavía no habían dado las diez de la noche. “Se está trabajando en los vagones para rescatar más víctimas”, informó en conferencia de prensa, desde el hospital, el ministro Collia. Agregó que, de los 14 heridos de gravedad, 10 habían quedado internados en ese centro médico, pero que los restantes habían sido trasladados al sanatorio de alta complejidad Malvinas Argentinas. Algunas de esas personas “fueron intervenidas quirúrgicamente”. Ante la eventualidad de que esos centros quedaran desbordados, el Ministerio de Salud de la Nación había puesto en emergencia a los demás hospitales cercanos.
Fuentes de Ugofe, la empresa a la que pertenecía la formación embestida, explicaron que, en esa zona del trayecto, “el lugar es una recta”. Allí la “formación estaba parada esperando señal para avanzar” cuando “la formación de Ferrobaires se incrustó dentro del tren de pasajeros y apiló a los tres últimos vagones”.
El intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, uno de los primeros funcionarios en llegar al lugar, se mostró visiblemente conmocionado por la “situación catastrófica, dantesca” que alcanzó a ver cuando la ayuda y los rescates recién comenzaban a implementarse. “No hay dudas de que hay muertos”, declaró a los minutos de llegar.
El jefe de los Bomberos, Ferrari, recordó que la única experiencia similar en el lugar había ocurrido “hace 20 años”, cuando sucedió “un choque del mismo ferrocarril. Esa vez hubo cinco, seis muertos. Pero fue hace mucho. Desde entonces no pasaba algo así”.
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Cerca de la estación San Miguel, un tren chocó a otra formación que se encontraba detenida sobre la vía, a la espera de retomar la marcha rumbo a José C. Paz. La locomotora del convoy de Ferrobaires, un servicio de larga distancia que se dirigía a Junín, embistió el furgón del otro tren con tal fuerza que se incrustó en él y, por la violencia del impacto, hizo que los tres últimos vagones quedaran, literalmente, uno arriba del otro. Hasta el cierre de esta edición se habían confirmado cuatro muertos. Fuentes oficiales aseguraron que los heridos fueron alrededor de 80; 14 de ellos se encontraban en grave estado entrada la noche.
El accidente sucedió entre las 19 y las 19.05, cuando todavía había luz de día. Minutos después, sólo quedó “una situación catastrófica, dantesca”, según la describió el intendente de la localidad, quien fue una de las primeras autoridades en llegar al lugar. Poco después de las nueve de la noche, mientras bomberos, efectivos de Defensa Civil, Gendarmería y personal médico continuaban con sus tareas, el gobernador Daniel Scioli recorrió la zona del choque y visitó el Hospital Larcade, adonde había sido llevada la mayoría de los heridos. Poco después, los ministros provinciales de Salud, Alejandro Collia, y Justicia, Ricardo Casal, brindaron una conferencia de prensa desde el hospital junto con su par de Salud de la Nación, Juan Manzur.
Anoche, las causas del choque no habían sido establecidas. El secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, adelantó que “se realizará un peritaje para determinar si se trató de una falla mecánica o de un error humano”, aunque aseguró que “el sistema de señales funcionaba”.
Tras pasar por la estación San Miguel, el tren suburbano de la línea San Martín (Ugofe) que cubría el trayecto desde Retiro hasta Pilar se había detenido sobre las vías. La siguiente parada era José C. Paz, una estación intermedia a la que solamente se podía descender por los vagones más cercanos a la máquina. Por eso, a esa altura del recorrido, los últimos vagones del convoy suelen estar vacíos. Mientras esperaba la señal que lo habilitara a retomar la marcha, por la misma vía avanzaba una formación de Ferrobaires, que también había iniciado su trayecto en Retiro pero tenía por destino la localidad de Junín.
A setecientos metros de la estación San Miguel, cerca del cruce de las vías con la calle Irigoin, el tren que iba a Junín impactó contra el furgón del San Martín. Hubo “un ruido fuerte”, como “una explosión”, describió un testigo a la prensa. Por la violencia del impacto, la máquina del tren en movimiento destrozó casi todo el furgón del tren que estaba detenido. Al menos tres de los vagones quedaron uno arriba del otro.
El choque sucedió a 200 metros del Hospital Larcade, de donde salieron cuatro ambulancias y dos unidades de rescate cuya tarea se complementó, desde entonces y hasta cerca de las diez de la noche, con la de los Bomberos Voluntarios de General Sarmiento-San Miguel. Con el correr de los minutos se fueron sumando integrantes “de Defensa Civil, bomberos de Pilar, de Hurlingham, Moreno, Ituzaingó, Los Polvorines, con ambulancias y equipos de corte para cortar el chaperío de los vagones”, contó a este diario el jefe de los bomberos locales, Oscar Ferrari. Dentro de los vagones trabajaban, para sacar a las víctimas, unos 40 bomberos, 18 de ellos de San Miguel.
Los bomberos ya habían “liberado, con vida, a tres mujeres que estaban atrapadas entre los hierros retorcidos”. Al momento del rescate, una de ellas “estaba inconsciente”. A las diez de la noche, quedaban “otros dos atrapados por lo menos, pero sin vida. Tal vez haya una tercera persona muerta, pero no podemos confirmarlo, porque la zona del furgón está totalmente llena de bicicletas y hay sangre. Creemos que puede haber alguien más, pero no podemos entrar porque están todas las chapas retorcidas. Las tenemos que cortar nosotros mismos, pero estamos esperando a que el fiscal nos lo permita, como suele suceder en los casos en que hay fallecidos”. Ferrari agregó que, desde la distancia en que podía ver, uno de los cuerpos estaba “irreconocible”, y que del otro alcanzaba a ver “el pelo largo”.
Alrededor de las nueve de la noche, el gobernador Daniel Scioli llegó a San Miguel, a bordo de un helicóptero que había despegado de La Plata, en compañía del ministro de Salud provincial, Alejandro Collia. En primera instancia, junto con el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, y el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, recorrieron el lugar del accidente, mientras bomberos y agentes de diferentes fuerzas continuaban con el operativo de rescate. Luego, se trasladó al Hospital Larcade, que había acogido a la mayoría de las víctimas.
Todavía no habían dado las diez de la noche. “Se está trabajando en los vagones para rescatar más víctimas”, informó en conferencia de prensa, desde el hospital, el ministro Collia. Agregó que, de los 14 heridos de gravedad, 10 habían quedado internados en ese centro médico, pero que los restantes habían sido trasladados al sanatorio de alta complejidad Malvinas Argentinas. Algunas de esas personas “fueron intervenidas quirúrgicamente”. Ante la eventualidad de que esos centros quedaran desbordados, el Ministerio de Salud de la Nación había puesto en emergencia a los demás hospitales cercanos.
Fuentes de Ugofe, la empresa a la que pertenecía la formación embestida, explicaron que, en esa zona del trayecto, “el lugar es una recta”. Allí la “formación estaba parada esperando señal para avanzar” cuando “la formación de Ferrobaires se incrustó dentro del tren de pasajeros y apiló a los tres últimos vagones”.
El intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, uno de los primeros funcionarios en llegar al lugar, se mostró visiblemente conmocionado por la “situación catastrófica, dantesca” que alcanzó a ver cuando la ayuda y los rescates recién comenzaban a implementarse. “No hay dudas de que hay muertos”, declaró a los minutos de llegar.
El jefe de los Bomberos, Ferrari, recordó que la única experiencia similar en el lugar había ocurrido “hace 20 años”, cuando sucedió “un choque del mismo ferrocarril. Esa vez hubo cinco, seis muertos. Pero fue hace mucho. Desde entonces no pasaba algo así”.
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